saber crecer semillas de cannabis feminizadas es una ventaja considerable para los productores que deseen optimizar su rendimiento. Estas semillas están especialmente diseñadas para producir plantas exclusivamente femeninas, eliminando así el riesgo de obtener plantas masculinas que no produzcan THC. En esta guía detallada, cubriremos los pasos clave para garantizar un crecimiento saludable y eficiente de sus plantas de cannabis a partir de semillas feminizadas.
Elección de semillas feminizadas
Para comenzar, seleccionando el semilla lo adecuado juega un papel crucial. Se recomienda elegir semillas de un proveedor acreditado para garantizar la calidad y confiabilidad. Las semillas deben ser duras, secas y de color marrón oscuro con dibujos jaspeados.
Preparación antes de plantar.
Antes de plantar tus semillas, es necesario prepararlas correctamente para maximizar su potencial de germinación. El proceso comienza con la estratificación de las semillas:
- Remoja las semillas en agua tibia durante 24 horas.
- Luego colócalos entre dos capas húmedas de toallas de papel y mantenlos en un lugar cálido.
- Monitoree regularmente hasta que crezca el germen.
Disposición del espacio de cultivo.
El entorno de sus plantas debe controlarse cuidadosamente. Para las plantas de cannabis, lo ideal es una temperatura ambiente de entre 22 y 28 °C y una humedad relativa del 40 al 70 %. Asegúrese de que el lugar de cultivo esté libre de corrientes de aire o fluctuaciones excesivas de temperatura que puedan dañar las plantas jóvenes.
Gestión de la luz para el crecimiento.
la luz Es un elemento esencial para la fotosíntesis del cannabis. El uso de luces LED especializadas para el cultivo de cannabis puede proporcionar un espectro de luz adecuado y, al mismo tiempo, minimizar el coste de energía. Planifique un ciclo de luz de 18 horas de luz seguido de 6 horas de oscuridad durante la fase de crecimiento (vegetativa).
Nutrición vegetal y riego.
Las plantas de cannabis requieren diversos nutrientes en diferentes etapas de su desarrollo. Durante la fase vegetativa, favorezca los fertilizantes ricos en nitrógeno. Luego cambia a un fertilizante más rico en fósforo y potasio durante la floración. En cuanto al riego, este debe ser regular pero moderado para no saturar el sustrato. La sobresaturación del suelo puede provocar problemas como moho o enfermedades fúngicas.
Técnicas para estimular la floración
Para animar a tus plantas de cannabis a entrar en la fase de floración, varía la exposición a la luz para imitar el ambiente otoñal. Esto implica configurar el ciclo de luz en 12 horas de luz y 12 horas de oscuridad. Este cambio en el ciclo de la luz favorece la floración de las plantas.
Prevención de enfermedades y parásitos.
El éxito de tu cultivo también depende de la capacidad de mantener tus plantas sanas, libres de enfermedades y parásitos. Utilice métodos de prevención naturales, como la introducción de depredadores naturales como las mariquitas, para combatir los pulgones. Las prácticas regulares de limpieza y desinfección de su espacio de cultivo también ayudarán a reducir estos riesgos.
Cosecha y curado de cogollos.
El tiempo de cosecha suele llegar tras 8 o 10 semanas de floración. Los tricomas de los cogollos adquieren un color blanco lechoso, un indicador de que han alcanzado el pico de producción de THC. La cosecha debe realizarse con delicadeza para no alterar los tricomas. Luego, el proceso de curado, que puede durar varias semanas, refinará el sabor y aumentará la potencia del producto final. Seque las plantas lentamente en un ambiente controlado y luego guárdelas en frascos herméticos abiertos brevemente cada día para permitir que escape la humedad y circule el aire fresco.